12.3.04

CARTA AL QUE NO QUIERE HABLAR
La solución es política porque es el eje central de la política es tomar decisiones que afectan a la vida de todos nosotros. Y de los políticos es la responsabilidad de tomar la iniciativa para, desde los medios de la democracia, plantear soluciones a esta situación macabra y absurda donde se distorsionan los valores relacionados con una cultura y un territorio y donde el patriotismo sigue, como la religión, siendo la causa de más muertes en la historia de la humanidad. El que decididamente no es el camino es el que llevamos andando 25 años. ¿Durante cuánto tiempo más necesitamos equivocarnos para saber que no es este el camino? La solución no es la del yankee después del 11S. ¿Tienes, tenemos, alguna duda sobre eso?. ¿Es el ataque, la pena de muerte, Guantánamo, fotos digitales del iris de los ojos, la seguridad privada en las estaciones, el control de los medios, la satanización de los que proponen otras alternativas, la persecución, la creación de más odio, de más rencor, intentar la derrota en lugar de la desaparición, etc...? ¿Es esta la solución, Daniel?
Debe haber una alternativa y desde luego, va a pasar por un terrible esfuerzo que tendremos que hacer TODOS para poder salir de la espiral de odio en la que nos tienen metidos. La razón, la política, la ética y la moral sólo están en este lado de la raya, Daniel. Y sólo a este lado de la raya podemos exigirle que termine con esto. Los otros, las bestias irrazonables, los manipuladores, los chantajistas, los de la venganza irredenta e infinita, esos no tienen capacidad para más que lo que han hecho. La gente de mi edad, no hemos conocido una vida sin ETA. Hablando con amigos vascos, planteaban también esta misma situación y el hartazgo que nos produce esta infinita discusión (QUE NO ES ABSURDA, desde luego, sólo repetitiva) en círculos. Yo quiero que se acabe el terrorismo salvaje, el de ETA y cualquier otro y quiero que las normas por las que la sociedad se rige puedan evitar el nacimiento de las situaciones que los crean (no todo el terrorismo es igual , Sr. Aznar), que la legalidad condene y rija la vida social, que se haga justicia en todos estos casos.
¿Crees, de verdad, que se rebaja el que cede, el que habla, el que olvida, el que perdona, el que imparte justicia, el que razona, el que nos deje sin esta amenaza...?. Sigamos, entonces, odiando, no perdonando, acosando, no hablando, cerrando puertas, dibujando rayas, echando candados, comprando armas y dejando a estos salvadores de la patria que sigan alimentado a la bicha y no nos dejen vivir en paz.
No digas que no estás de acuerdo con nosotros. Estamos conformes porque estamos en este lado de la raya, porque queremos el fin del absurdo y porque, en el fondo, compartimos tanto que sólo es un pequeño matiz de orden o concierto lo que separa nuestros argumentos. Tengo ganas de llorar sin descanso desde ayer por la mañana y me supera toda esta situación. Si alguien me ofrece la salida, la tomo, Daniel, la tomo aunque tenga que sentarme a hablar con el mismo Satanás, todo para que la angustia que me persigue desde ayer (y desde antes, desde luego) se vaya...
200 personas han muerto, mil quinientas heridas, cientos de famlias afectadas: un cubano, un chileno, un guineano, tres rumanos, dos bolivianos, dos hondureños, un húngaro, un francés, dos colombianos y cientos de españoles en un crisol de terror sin nacionalidad, sin dios y con la muerte como única patria.


El Pepe Roldán volvió a mentir sobre las 8:43 a. m.