20.1.05
      
   
En mi segunda gran mudanza, encontré a un amigo del marido de una vieja amiga que me prestó techo y conocimento. Con el blog me pasó lo mismo. Me lo encontré así, de negro y embarrado (¿se puede decir embarrado si estás tras la barras? o ¿sólo sirve para cuando llueve?) y lo usé todo lo que quise. Como aquí donde vivimos se nos viene quedando chico, me he propuesto mudarme, no sé si para mejor, a un 
sitio donde los comments funcionan y algo más limpio y espacioso. Igual el Perro Argentino decide volver y encontrándose su caseta así, llena de migas de libros, de mondas de música y de bolsas de desechos vitales, me persigue para demandarme por allanamiento de morada...
Gracias por todo.
El Pepe Roldán volvió a mentir sobre las 7:33 a. m.